
A decir verdad nunca había logrado asistir a un concierto de Slayer pero gracias a que después de más de una década de ausencia llegarón estos hijos del averno a México , con Dave Lombardo de regreso a los tambores después de haber participado a lado del jazzista John Zorn y Mike Patton(Faith no More) en Fantômas . Cuando iba al baño uno tipo dijo acertadamente: “va a estar intenso!!” y neta que estuvo de güevos, es de agradecerse en estos tiempos donde se hace dizque rock y es dificil distinguir entre un grupo y otro.
Yo creo el Salón 21 les quedo chico pero fue un lugar donde se pudo disfrutar al limite a una banda que definitivamente es una leyenda del trash metal y que ha inspirado a varias generaciones a escuchar y hacer heavy metal, y en efecto los años no pasan en vano ya a Tom se le ven las canas en la baraba y Lomabardo se esta quedando calvo por lo que ya opta por salir con gorrita, y a pesar de ello siguen haciendo que los fans vuelen en medio del slam, agiten sus cabezas con sus riffs ponedores y que su ritmo haga latir su corazón al compás del doble bombo.
La verdad que si hay algún metalero que se perdio de esto definitivamente es para lamentar, porque Slayer es una de esas bandas que no han perdido la esencia del rock duro y cabrón como a sucedido con bandas como Metallica en pos de la experimentación.
Y claro a estos conciertos es casi ausente el junior rocker de la Condesa con novia y es algo que se agradece la verdad no tener que lidiar con la distinción VIP. Solo esperemos que lleguen mas bandas del calibre y la calidad musical o nos seguiremos conformando con festivalitos de bandas clonadas y queseque rockeras.
Y después de la euforia al termino del concierto solo me resta decir: “Joey Jordison mis güevos Lombardo rocks!!”…

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